La historia de “Érase una vez en…Hollywood” es la de una insatisfacción crepuscular. La historia de un instante, una fotografía contextual disparada con mimo y tremendo entusiasmo, pero tristemente damnificada por la dispersión argumental y la ausente inventiva, pilares por los que a Quentin Tarantino suelen elevar a los altares.
Autor: Jorge Acena
GÉNESIS: «Distancia tangible»
La distancia tangible de “Génesis” reverbera las contrariedades, miedos y efervescencias aunadas en el quimérico e indescifrable universo del amor, en la que Lesage hace suya una elevada pulcritud a la hora de plasmarlo en la sutil puesta en escena, sin ápice de alardes y únicamente centrado en el reflejo certero e inocente del mundo adolescente.
EL CREYENTE de Cédric Khan: «Silencio interior»
“El creyente” inocula una verdad que predetermina y constata la importancia relevante de un pasado descompuesto sobre la realidad, para a su vez encargarse de rellenar intuitivamente los espacios que no se nos presentan, considerando el equilibrio y la construcción de la premisa antes que la sobre explicación – por un lado condicionante – de los hechos que nos llevan a juzgar y entender las líneas evolutivas de un personaje complejo.
LARGO VIAJE HACÍA LA NOCHE: «Belleza y artificio»
Bi Gan utiliza la idea de la purificación espiritual a través del agua y el fuego – elementos intrínsecamente Tarkovskianos –, la implícita amnesia del protagonista sobre la argumental línea pretérita…y la confección acreditada de un plano secuencia emocional y verdaderamente mágico, incluso desde la concepción del trucaje estético para constituir un vestido imponente y de instantáneo impacto.
GRACIAS A DIOS de François Ozon: Correcto esquematismo.
François Ozon elabora su planteamiento ante la elección del prescindible uso de la alteración temporal antes que el internamiento en la psique de la víctima y el verdugo. Así es una película que gira en torno a una sonada condescendencia respecto al uso alternativo de recursos para formular un argumento desgraciadamente a la orden del día.
Crítica de DOLOR Y GLORIA: Retales.
“Dolor y Gloria”, una obra de vital importancia, por la figura que hay detrás (y delante) de la pantalla, por narrar como pocas la agonía existencial producida por la catarsis creativa, el amor en todas sus facetas, la soledad y el sufrimiento, pero sobre todo, por convivir constantemente con el pasado, el único que nos hace recordar quién somos realmente.
Alice Rohrwacher: La edad de la inocencia
La mirada más pulcra y sublimada de la inocencia, de su complejidad y fuerza evasiva, de su lado armónico y catalizador de la fantasía, a día de hoy, se encuentra en el cine de Alice Rohrwacher, directora de la reciente ‘Lazzaro felice’.
EL BLUES DE BEALE STREET: Sobrealimentación emocional.
Jenkins se desliga de cierta atención por el salto creativa y reproduce los pasos de un desarrollo al que le falta intensidad emocional para llegar a esa confluencia emocional entre la base argumental y la composición escénica. La poética desmesurada del director hace repetir los puntos con los que sí conseguía en “Moonlight” y que en esta película se percibe de forma opuesta. La película de Jenkins no hace política de la percepción cercana al desdeño, pero si se puede descubrir ciertas notas de sobrealimentación frente a su anterior película.
Crítica de ‘Dogman’ de Mateo Garrone
Dogman” se resume en la gran capacidad de inmersión en una atmósfera de similares contornos a los dibujados en “Gomorra”, seguida de la inmensa interpretación de Marcello Fonte, puesto que con las características de su personaje, la película adopta la forma de un prisma invertido por la ferocidad y la inocencia que salvaguarda la existencia de ambos lados del espejo, constreñidos por la oscuridad cotidiana.
Crítica de ‘El árbol de la sangre’ de Julio Médem
La particular fascinación por rodar cuerpos femeninos, al igual que en otras de sus películas, viene dada por el vacio, intentando encubrir la inconsistencia, el delirio y la inverosimilitud de un producto tan recargadamente ñoño como indigesto. Otra abotargada e ilógica pretensión lírica de Medem sumido en el absurdo.